Estamos ya en la vorágine de la preparación de las Fiestas: calendarios, luces, Belenes, felicitaciones, muestras de autónomos, regalos que vas pillando por ahí y por acá, dulces propios, conciertos de todas las corales que intensifican su actividad con conciertos más solemnes de lo normal y con repertorio propio de esta época.
Las noches son tranquilas y las iluminaciones de las calles son risueñas. Yo echo en falta iluminación cristiana, porque hay una parte importante de la sociedad que celebra las Pascuas de la Navidad del Señor.
Estos días estoy redescubriendo las calles antiguas de la zona de Falperra-Gurugú: plaza del Libro (con una renovación vegetal abundante), Enrique Dequidt Hevia, Nicaragua, Gómez Zamalloa (la antigua Cuesta de la Unión), División Azul, Doctor Fléming, Médico Durán, Sinforiano López, la escalinata del Maestro José Anselmo Clavé con sus renovadas escaleras mecánicas de doble dirección y que se activan por la presencia del paseante, la calle de Fuenteseca del Monte que alude inevitablemente a un manantial acuífero, la zona del ensanche con Emilia Pardo Bazán, Marcial del Adalid, Menéndez y Pelayo y la Plaza de Vigo (que tiene arbolito de Navidad propio) y una zona peatonal muy chula con acceso a hostelería variada.
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