En un blog de un señor que vive en Coruña, no podía faltar el Monumento por excelencia: la Torre, que es como la llamamos familiarmente los coruñeses. Desde hace dos séculos viste el aspecto actual (y sospecho que ya se quedará así definitivamente), obra del arquitecto Giannini, que le dio la envoltura cuadrangular protectora con remate con forma de sombrero.
No siempre fue así: tuvo distintas fases y muy distintos tamaños. Al principio era pequeño, con los siglos fue creciendo para poder tener una eficaz utilidad de faro que ayudase a los barcos a no encallar en las rocas peligrosas de la costa gallega.
Desde hace unos años, se exponen los restos subterráneos de la base de la Torre y dentro de ella hay paneles explicativos de la historia milenaria de nuestro Faro. El paseo merece la pena, porque hay toda una línea de costa maravillosa, museos a lo largo del recorrido y playas espectaculares. Sin duda, este patrimonio y el del Castro de Elviña merecen un Museo aparte, que podría estar en la antigua Cárcel.
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